Mariquita / Yellow-shouldered Blackbird / Agelaius xanthomus
La mariquita de Puerto Rico, conocida localmente como capitán y científicamente como Agelaius xanthomus, es una especie de ave endémica de la isla que actualmente se encuentra en peligro de extinción. Este pájaro, también llamado Yellow-shouldered Blackbird en inglés, es un símbolo de la biodiversidad puertorriqueña y un ejemplo de los desafíos de conservación que enfrenta la fauna local.
La mariquita de Puerto Rico es fácilmente reconocible por sus características físicas únicas. Los adultos presentan un plumaje negro brillante con un distintivo parche amarillo en los hombros, de donde proviene su nombre en inglés. Este contraste de colores no solo es estéticamente atractivo, sino que también juega un papel en la comunicación y el apareamiento. Los machos y las hembras son similares en apariencia, aunque los machos tienden a ser ligeramente más grandes.
Fotos por Víctor Feliciano Bird Photography
El hábitat natural de la mariquita de Puerto Rico se encuentra principalmente en las zonas costeras y manglares de la isla. Prefieren áreas con abundante vegetación y cuerpos de agua cercanos, lo que les proporciona tanto alimento como sitios adecuados para anidar. Sin embargo, la destrucción de estos hábitats debido al desarrollo urbano y la agricultura ha reducido significativamente su área de distribución, convirtiéndolos en una especie vulnerable. Al presente, se encuentran poblaciones reducidas en el suroeste (costa de Cabo Rojo a Guánica) y este (Ceiba), así como algunos puntos del sur de la isla (Ponce y Salinas).
La dieta de la mariquita de Puerto Rico es variada e incluye insectos, semillas y frutas. Son aves oportunistas que se adaptan a la disponibilidad de alimentos en su entorno. Durante la temporada de cría, su consumo de insectos aumenta, ya que estos proporcionan las proteínas necesarias para el crecimiento de los polluelos. En otras épocas del año, las semillas y frutas constituyen una parte importante de su dieta.
Estas aves son conocidas por su comportamiento social y gregario. Suelen formar bandadas, especialmente fuera de la temporada de cría, lo que les proporciona protección contra depredadores y facilita la búsqueda de alimento. Además, se les puede encontrar en bandadas mixtas con mozambiques o changos (Quiscalus niger) y tordos lustrosos (Molothrus bonariensis). Durante la temporada de cría, los machos se vuelven territoriales y defienden agresivamente sus áreas de anidación. Utilizan una variedad de cantos y llamadas para comunicarse, que van desde trinos melodiosos hasta sonidos más ásperos.
La temporada de cría de la mariquita de Puerto Rico generalmente ocurre entre abril y agosto. Los machos realizan exhibiciones de vuelo y canto para atraer a las hembras. Una vez formada la pareja, construyen nidos en arbustos o árboles, a menudo cerca del agua. Los nidos son estructuras en forma de copa hechas de ramitas, hojas y otros materiales vegetales. La hembra pone de 2 a 4 huevos, que incuba durante aproximadamente dos semanas. Ambos padres participan en la alimentación de los polluelos, que abandonan el nido después de unas tres semanas.
La mariquita de Puerto Rico está clasificada como una especie en peligro de extinción debido a la pérdida de hábitat, la depredación por especies introducidas, el parasitismo de nidos por los tordos lustrosos y el cambio climático. Esfuerzos de conservación, como la protección de hábitats críticos y programas de monitoreo con nidos artificiales, están en marcha para intentar salvar a esta especie emblemática. La educación y la concienciación pública también juegan un papel crucial en la preservación de la mariquita y su entorno.
La mariquita de Puerto Rico es más que una hermosa ave; es un indicador de la salud ecológica de la isla y un recordatorio de la importancia de la conservación. Proteger a esta especie y su hábitat no solo beneficia a la mariquita, sino que también ayuda a mantener el equilibrio y la biodiversidad de los ecosistemas costeros de Puerto Rico. Con esfuerzos continuos y colaboración es posible asegurar un futuro para la mariquita de Puerto Rico y las generaciones venideras.
Frances Santiago, una apasionada fotógrafa aficionada de Puerto Rico, ha capturado la esencia de la isla a través de su lente. Con un ojo agudo para los detalles y una paciencia inigualable, se ha dedicado en su tiempo libre a la observación de aves, documentando la diversidad y la belleza de una variedad de especies. Su amor por la naturaleza se refleja en cada imagen, invitando a los espectadores a conocer, apreciar y respetar el mundo natural que nos rodea.
Tengo que dar un agradecimiento especial a Víctor Feliciano por su colaboración con estas espectaculares fotos de la mariquita. Víctor es uno de mis grandes amigos, un hermano, maestro y compañero de pajareo, y excelente fotógrafo y guía de aviturismo profesional. Puedes ver sus fotos de aves y seguirlo en Víctor Feliciano Bird Photography.
Todas nuestras fotografías son originales y tomadas en su ambiente natural a distancia considerable con lentes telefoto. Ningún ave ha sido manipulada ni perturbada en el proceso. Si deseas apoyar nuestro trabajo voluntario de educación, concientización y documentación de nuestras aves y naturaleza, tu donativo es bien recibido sin importar la cantidad.